Historia de la Comunidad La Nueva Jerusalen

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Sus inicios:

A comienzos de la década del 80, la Renovación Carismática Católica en Miami estaba experimentando una gracia de Dios muy pocas veces vista en la ciudad. Por muchos años, la Renovación Carismática no había sido muy promovida por la Iglesia; al contrario, se le trataba con mucho recelo. Se escuchaba decir que había personas que hablaban en lenguas, que cantaban con alegría, y se comentaba de sanaciones tanto espirituales como físicas.

No fueron pocos los que llegaron a decir que “esos, si no están locos, por lo menos están borrachos”.  Muchas personas se asombraban al ver a sus familiares y amigos, algunos totalmente alejados de la Iglesia por años, volverse a Dios con gran brío y dedicación. Empezaban a leer la Biblia y muchas personas se congregaban en grupos para alabar al Señor y orar unas por otras. Imagínense lo que significaba reunirse para orar, cuando solo unos días antes, estas mismas personas, parair a misa, se les tenían que arrastrar prácticamente y ni siquiera le ponían atención a ningún aspecto espiritual de sus vidas. Muchas personas asistían a charlas, retiros, cursos y seminarios para escuchar a los predicadores. Había una gran sed de conocer al Señor y saber más de su Palabra. Lo que se vivía era un avivamiento tal, que brotaba desde adentro de las personas “como ríos de agua viva”; un gozo nunca antes visto.

No eran pocas las personas que sabiamente, ya por impulso del Espíritu Santo, por instrucción recibida o por conocimiento de las escrituras, sentían que tenía que haber algo más que solo participar en charlas, cursos, seminarios y escuchar al predicador de turno de ese fin de semana. “Todo esto que estamos aprendiendo, ¿dónde lo vamos a poner en práctica? ¿Cómo es eso de que los apóstoles se reunían asiduamente para compartir? ¿Cómo podemos aprender a amar a los hermanos y, a la vez, sentirnos amados? ¿Qué significa realmente estar comprometido con Dios?” eran las preguntas que se hacían.

Mientras tanto, en Nicaragua, desde los comienzos de la década del 70, un grupo de hermanos empezó a recibir del Señor el sentido de que quería encomendarles algo nuevo. En ese entonces, el énfasis fue pensar que lo que Dios quería hacer era abrir una nueva época de evangelización.Sin embargo, la evangelización que se experimentó en Nicaragua, con todo el éxito obtenido, no era la meta de lo que el Señor quería hacer. Desde entonces, ya el Señor estaba llamando a hermanos a que se comprometieran de una manera más radical y algunos, respondiendo al llamado,así lo hicieron.

A fines de los años 70, la situación política de Nicaragua se agravaba y ya para 1979, la Revolución Sandinista había tomado el poder, por lo que muchos nicaragüenses
se marcharon al extranjero. De estos hermanos nicaragüenses, algunos habían escuhado hablar de un grupo de personas en Ann Arbor, Michigan, que habían formado una  comunidad de alianza llamada “La Palabra de Dios”. Muchas personas habían ido a visitar dicha comunidad y salían maravillados por el nivel de sabiduría, entrega
y espiritualidad práctica que experimentaron en esas ocasiones, ya fuera en un retiro de fin de semana, un seminario, durante el verano o por la enseñanza que impartían los hermanos de la comunidad a través de grabaciones, revistas, libros, etc. Desde “La Palabra de Dios” salían muchos misioneros a enseñar y dar charlas y seminarios o a compartir el tipo de vida experimentado por ellos.

Mientras tanto, la Renovación Carismática en Miami estaba creciendo no solo en número, sino también en madurez, compromiso y dedicación, y se estaba ganando
el respeto del clero y de la Iglesia en general. No son pocos los que opinan que la razón del cambio se debió quizás a que un tiempo antes se había nombrado como coordinador general de la Renovación a un joven arquitecto, Bill Brown, quien tenía un gran deseo de servir al Señor y a quien él había dotado con muchos dones espirituales. Este hermano demostró desde muy temprano su madurez, dedicación y sabiduría para poder dirigir a muchas personas, organizarlas hábilmente, y ponerlas a trabajar para el bien común y para el reino de Dios. Una de las razones que motivaron el cambio en muchas personas que
antes no habían podido trabajar en equipo fue el testimonio de Bill, al verlo desenvolverse con mucha humildad y energía; siempre con actitud de servir y hacer
lo mejor para el reino de Dios.

Bajo su sabia dirección, se organizaron talleres de formación y se empezó a invitar a muchos predicadores prominentes, tanto de los Estados Unidos como del resto del mundo. Pero Bill sentía del Señor que tenía que haber algo más que todo lo que él estaba haciendo. Sentía del Señor que había mucho más que hacer y aprender, y no se cansaba de contactar a líderes pidiendo más sabiduría y experiencia.

Para este tiempo, ya la situación en Nicaragua había cambiado por completo. La Revolución Sandinista había triunfado y muchas personas que pensaban que
habían salido solo por una breve temporada, se dieron cuenta de que su estadía sería mucho más prolongada.

Algunos hermanos habían estado en contacto con grupos cristianos en los Estados Unidos, y habían enviado a sus hijos a compartir y a aprender sobre la vida comunitaria. Unos estuvieron compartiendo con un grupo comunitario llamado “Emmanuel”, en Albany, Nueva York. Entre ellos se encontraban Néstor José Argüello y Adela Galindo. Después de una breve estadía con ellos, de más o menos seis a ocho meses, los jóvenes volvieron a integrarse a sus respectivas familias que habían emigrado a Miami.

A finales de 1980, algunos de los hermanos que habían emigrado a Miami decidieron  que dado que no iban a regresar a Nicaragua, lo mejor sería aprovechar el tiempo
de una manera espiritual y se trasladaron a Ann Arbor,luego de poner este plan en discernimiento. Algunos de los que entraron en “La Palabra de Dios”,
específicamente, al grupo latino de dicha comunidad, fueron Néstor y Chris Argüello, y sus hijos Néstor José, Kattia, Tatiana y Richard. En “La Palabra de Dios” ya estaban desde hacía algunos meses, entre otros, Chico y Cecilia Zúñiga, y su familia, incluyendo a sus padres y sus hermanos.

Los coordinadores del grupo latino de “La Palabra de Dios” incluían a Pepe Alonso y Ricardo Mischler. Pepe y Ricardo tenían un ministerio muy poderoso: visitar a
grupos de hispanos en todos los Estados Unidos dando enseñanzas, no solamente charlas individuales, sino que también seminarios, cursos y, sobre todo, visión de lo que Dios estaba haciendo con los hispanos en los Estados Unidos y en el mundo entero uno de los aspectos másimpresionantes de su compartir era “eso de vivir en comunidad cristiana”.

Los hermanos que ya tenían cierto crecimiento en el Señor veían más allá de “qué bonita la enseñanza, ¿verdad?”, y notaban que el concepto de comunidad cristiana se repetía una y otra vez. El padre Tom Forrest estaba haciendo algo parecido en Río Piedras, Puerto Rico; los hermanos Tammany en Albany, Nueva York; el padre Diego Jaramillo en “El Minuto de Dios”, en Colombia; Carlos Mántica en “La Ciudad de Dios”, en Nicaragua. No era solo en Ann Arbor con Steve Clark y Ralph Martin que se oía una y otra vez de la “necesidad de comunidad cristiana”.

Para julio de 1982, Noel y María Christina Delgadillo, después de participar por varios  meses en un grupo que intentaba consolidarse en Miami, decidieron, después de orar, consultar y discernir, mudarse a Ann Arbor para participar plenamente de la vida  comunitaria y así experimentarla por sí mismos. En ese tiempo, Noel trabajabaen el Hospital Baptist de Miami como asistente quirúrgico. Su primera hija, Christian Noelle, había nacido el 6 de mayo, y menos de dos meses después, ella estaba en un avión con su madre, con destino a la vida comunitaria. Noel, un joven médico, participó durante un año de la vida comunitaria y preguntaba, absorbía y aprendía todo lo que podía recibir en esa época. Él se destacó desde el principio por su capacidad de liderazgo y por otros dones,entre ellos el de aconsejar, enseñar y predicar. Muy pronto se le utilizó para enseñar cursos y predicar en seminarios que auspiciaba Misiones Hispanas, bajo la dirección de Pepe Alonso y Ricardo Mischler.

Al cabo de casi un año, por situación de trabajo, los Delgadillo buscaron al Señor en oración y tomaron la decisión de regresar a Miami. El Señor les anunció en aquel tiempo que tenía un plan especial para ellos. Algunos hermanos que estaban en Miami habían asistido a un retiro para hombres, que fue auspiciado por “La Palabra de Dios”, el cual fue dirigido por Pepe Alonso y Ricardo Mischler. Entre ellos estaba un joven empresario llamado Jorge Argüello, quien había tenido un fuerte encuentro con el Señor a principios del año.  Otro que participó en ese retiro fue Nicolás Sanabria y otros hermanos de Westfield, Massachusetts.

Jorge se fue del retiro muy impresionado por lo que había visto y experimentado, y expresó que él también quería algo más. Es así como regresó a Miami con una nueva visión y deseo de servir al Señor de una manera diferente. Nicolás también experimentó fuertemente al Señor, y luego fue quien promovió y fundó lo que es ahora la comunidad de Alianza “El Camino”. Jorge promovía reuniones y actividades, como grupos de oración y enseñanzas, y se mantenía en contacto con Pepe, Ricardo y otros hermanos. Se le invitó a formar parte de un grupo de hombres latinos que ayudarían a propagar la Palabra de Dios entre los latinos, bajo el auspicio de Misiones Hispanas.

Cuando se tomó la decisión de que los Delgadillo volvieran a Miami, Noel contactó a Jorge y a su esposa Lorena, y estos le ofrecieron que se quedara con ellos hasta
que María Christina llegara con Christian Noelle unos días más tarde. Los Delgadillo pudieron experimentar lafidelidad del Señor al regresar a Miami, al proveer para Noel un puesto en el mismo Hospital Baptist, donde había trabajado antes y, además, con mucha flexibilidad en su horario, que le permitiría tener tiempo para dedicarse a promover la edificación de la vida comunitaria.

Mientras tanto, la Renovación en Miami seguía con mucho empuje y Bill preguntaba a todo el que se le acercaba sobre “eso de vivir en comunidad”.
Cuando Noel volvió a Miami, se le dio un encargo: contacta a Jorge y trata de levantar el grupo, y mira si puedes contactar a Bill y Maida Brown, que quieren saber
algo más de comunidad cristiana.

Los Delgadillo no conocían a los Brown, pero llamaron a Bill y le dijeron que estaban viviendo en Miami de nuevo, luego de estar durante un año en Ann Arbor, y
que querían conocerlo. Tanto Bill como Maida “limpiaron su agenda” y visitaron ese mismo sábado a los Delgadillo en un pequeño apartamento de Fontainebleau
Boulevard.
Allí se celebró el primer Día del Señor en Miami,los Brown y los Delgadillo. Esa noche se experimentó la gracia del Dios en esas dos parejas, y en oración
sintieron que Dios quería hacer algo con ellos. Un vínculo importante se estableció  esa noche. Se decidió que iban a llamar a personas interesadas en la vida comunitaria y que se reunirían pronto para discernir y planificar si fuese necesario, lo que se pudiese hacer en el futuro. Bill y Maida llamaron a varios miembros de la Renovación Carismática y amigos personales. Los Delgadillo hicieron lo mismo por su lado y, al fin, después de que se había terminado el Congreso de la Renovación Carismática en inglés, en el que Pepe y Ricardo habían participado, se les pidió que se reuniesen con ellos el lunes siguiente, en casa de los Brown, para poder explicar a un grupo de personas interesadas “eso de vivir en comunidadcristiana”.

Se reunieron en casa de los Brown. Hoy nadie recuerda qué fue lo que se dijo, pero  aquella noche todos estaban como embelesados por las maravillas que  escuchaban.  Se les hizo mil preguntas, hasta que Pepe y Ricardo, quienes estaban agotados después de haber participado como conferencistas en el retiro de la Renovación Carismática en el fin de semana, pidieron misericordia y los dejaron irse poco después de la medianoche, no sin antes hacer un firme propósito: los que estuviesen interesados se reunirían varias semanas más tarde para tomar la decisión inicial…  “¿Estamos dispuestos a aprender más y vivir esto o pensamos que esto no es lo que Dios quiere para nosotros en este momento?”. Los hermanos lo tomaron con mucha seriedad y algunos decidieron no aceptar la invitación.
A quienes la aceptaron, se les citó para un fin de semana de retiro en casa de los Brown. Un joven, soltero para el Señor,miembro de los “Servidores de la Palabra”, llamado Paco Gavrilides, vendría a darles el retiro y a explicar con más detalles lo que significaba vivir en comunidad cristiana.

Paco tenía ya varios años de vivir en comunidad y su servicio era visitar grupos que querían formarla, para ayudarlos a recibir información, visión y formación en lo
que respecta a la vida comunitaria. Él viajaba por muchos países y, como Pepe, también era un coordinador de la comunidad “La Palabra de Dios”.

En el retiro participaron muchas parejas y algunos solteros. Después del fin de semana de instrucción ypresentación de la visión de la vida comunitaria, se les planteó un nuevo reto: “Los que deseen vivir este estilo de vida deben hacer un compromiso inicial de un año,en el  cual estarán reuniéndose cada semana para orar,recibir enseñanza y formación, y poder discernir si la vida de comunidad de alianza es lo que Dios quiere para ustedes”.

Después de tres semanas de discernimiento y oración,nueve parejas y dos solteros tomaron el primer compromiso inicial. Esto sucedió el primer fin de semana de febrero de 1984. Uno de los solteros era un joven muy maduro, de fuertes convicciones, llamado Óscar Robles. Las reuniones se hacían todos los viernes en la casa de Jorge y Lorena Argüello. Se tomó la decisión de que el coordinador del grupo sería Noel, y su asistente, Jorge. Unas semanas después se le dio nombre a la comunidad: “La Voz del Señor”. Dos o tres años después, Dios puso el sentido entre los hermanos de cambiarle el nombre a “La Nueva Jerusalén”, nombre que conserva en la actualidad. Para ese tiempo, Bill Brown había sido nombrado coordinador principal y estuvo en ese servicio por 18 años.

En febrero de 2004, en ocasión de la celebración del vigésimo aniversario se nombró como coordinador principal de “La Nueva Jerusalén” a Néstor José Argüello,
quien ha participado de la vida comunitaria desde 1986 junto a su esposa Gloriángeles y su familia.

“La Nueva Jerusalén” es una comunidad de alianza,reconocida como una Asociación Privada de Fieles en la Arquidiócesis de Miami, Florida. Bill y Maida Brown,
Noel y María Christina Delgadillo, y Óscar Robles hicieron el compromiso original en febrero de 1984. Ellos son miembros de compromiso solemne, es decir,
de por vida. Junto con ellos hay otros 45 miembros de compromiso solemne hoy en día. ¡Únicamente por la inagotable gracia de Dios!